Culiacán, Sinaloa.- El mes de diciembre es un mes con una connotación muy especial, además de ser el último mes del año –occidental-, es el mes donde la cristiandad –en su mayoría- recuerda o celebra, el nacimiento de Jesucristo, como uno de los acontecimientos cruciales de su fe. Y por ende, llama a la reflexión de nuevos comienzos, reconciliaciones y a un íntimo deseo de reinventarnos a nosotros mismos, en donde los valores y el amor juegan un papel fundamental.

También, es durante el mes de diciembre, que nos invita a la reunión familiar, cuyos vínculos no
solamente se fortalecen por la convivencia, sino por el servicio que se brinda entre los integrantes de la misma. Y por supuesto, el mes decembrino es el tiempo perfecto que nos remite a la convivencia familiar.

En este año, se nos presenta una nueva oportunidad de inicios, de perdonar y de perdonarnos, de establecer nuevas metas o propósitos no cumplidos, en otras palabras, de atrevernos a hacer todo aquello, que por la razón que haya sido, no pudimos lograr para nuestro bien y el de los demás.

En esta nueva temporada decembrina, que nuestras mentes estén enfocadas en lo que realmente sea lo importante, es decir, el bienestar integral de nuestra familia. Que las luces, los regalos, la algarabía, la música y el ambiente festivo no desvíen nuestro propósito de mejorar siempre en los ámbitos sociales, culturales, económicos y espirituales.

Que en este presente mes, hagamos reflexión de quiénes somos y quiénes queremos ser. En dónde estamos y a dónde queremos estar. De corazón, les deseo felices fiestas, y por supuesto, felices inicios, reconciliaciones, arrepentimientos y perdones, nunca es tarde, y por supuesto, diciembre, es el mes perfecto para ello.

¡Muchas felicidades!

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