El Comedor Infantil de Villa Juárez llama a la solidaridad para celebrar la posada navideña de sus niños
Solicitan ayuda para tener juguetes y dulces para 100 niñas y niños del comedor de la colonia Santa Elvira
En un rincón de la colonia Santa Elvira, de Villa Juárez, Navolato el comedor infantil se ha convertido en un refugio de esperanza para decenas de niños, hijos de jornaleros agrícolas. Hoy piden ayuda con juguetes y dulces para celebrar su posada navideña.
Gregorio Hernández García y Mónica Santiago Rosas, un matrimonio originario de Oaxaca, lideran este noble proyecto con dedicación, ofreciendo desayunos y comidas diarias como parte de su ayuda humanitaria.
El comedor infantil, que comenzó con la intención de aliviar el hambre en su sector, y ofrecerles a los niños un camino de fe lejos de la violencia ha crecido hasta atender unos 100 niños diarios, del sector y de otras colonias cercanas.
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Bajo una techumbre modesta y sin paredes, ubicada en la prolongación de la calle Benito Juárez, el comedor se ha transformado en un punto de encuentro para niños y la comunidad.
Mónica y Gregorio no están solos, ellos cubren los gastos operativos y se les ha sumado el organismo Save the Children con ayuda en especie para los alimentos diarios.
Este fin de año, el comedor tiene un nuevo propósito: organizar una posada navideña para casi 100 niños. Sin embargo, aunque ya cuentan con 40 juguetes, aún necesitan más para que ningún pequeño quede fuera de la celebración.
También buscan ayuda para tener bolsas de dulces para todos los niños del comedor y poder repartir con equidad durante la fiesta, que se llevará a cabo este miércoles 18 de diciembre.
“Cuando veo la cara de los niños al venir a comer, esa es mi mejor paga", dice Mónica.
Ella despacha con esmero platillos variados que incluyen desde chilaquiles hasta caldo de pollo, siempre acompañados de fruta fresca y agua de sabor. La familia completa se involucra en esta labor, incluyendo a su hija y su niño, quienes ayudan a preparar y servir los alimentos.
Con emoción, Mónica asegura que este proyecto ha cambiado:
“Esos niños que vinieron en 2017, algunos ya son adultos, buenos ciudadanos. Aunque algunos tomaron otros caminos, sabemos que plantamos una semilla”.
El comedor, que recibe a niños de entre 1 y 16 años sin más requisito que tener hambre y necesidad, representa un alivio para muchas familias trabajadoras que no pueden estar con sus hijos durante el día.
Un llamado a la solidaridad
Gregorio y Mónica hacen un llamado a la comunidad para que se unan a esta noble causa y ayuden a hacer realidad la posada navideña de estos niños.
Se necesitan juguetes y bolsas de dulces, los cuales pueden entregarse en el comedor ubicado a una cuadra de la Casa Ejidal Campo Romero, en la colonia Santa Elvira de Villa Juárez, Navolato. Los interesados en ayudar se pueden comunicar al teléfono 667 383 4886.
“Queremos que cada niño tenga algo que recordar esta Navidad, una sonrisa, un momento de alegría. Sabemos que, con el apoyo de la comunidad, podemos lograrlo”.
Aún hay tiempo para sumar esfuerzos. En esta temporada de dar, una pequeña contribución puede significar un mundo para quienes más lo necesitan.