Don Andrés, el taquero “vagabundo” de Culiacán que no se rinde y cocina con el alma
A sus 60 años, Andrés Requena Chávez recorre distintas partes de Culiacán con su taquería ambulante.

En plena Plazuela Obregón, entre Rosales y Ángel Flores, justo frente a los boleros que todos los días lustran zapatos entre historia y nostalgia, se aparece un señor con una carrucha de construcción convertida en taquería.
Una receta simple y sabrosa

No lleva uniforme, pero sí una actitud que contagia. Es don Andrés Requena Chávez, de 60 años, y su especialidad son los tacos de carne asada de puerco, con salsita casera, repollo, cebollita y tomate. Una receta simple, pero cargada de dignidad y esfuerzo.
“¿Quién me enseñó? La necesidad”, responde con firmeza para Tus Buenas Noticias.
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Andrés no tuvo un maestro taquero, ni un plan de negocios. Su escuela fue la vida. Antes de los tacos, se dedicaba a reparar estufas y refrigeradores.
“No era difícil”, dice, recordando esos días en los que el trabajo llegaba cuando un cliente confiaba en sus manos. Hoy todavía de vez en cuando hace una que otra reparación, pero su rutina ha cambiado. Ahora cocina.
Su negocio "vagabundo"

Vive solo, en la colonia 6 de Enero, muy cerca de una tienda llamada Abarrotes Ochoa, donde a veces se instala para vender tacos a los vecinos.
Pero desde hace unos meses decidió no quedarse en un solo punto. Nació así su idea de crear la Taquería El Vagabundo, porque como él mismo dice: “Me voy a andar moviendo… para allá, para acá… donde me necesiten”.
Esta vez lo encontramos en la Plazuela Obregón, pero mañana puede estar cerca del mercado o en alguna otra esquina donde haya hambre y ganas de apoyar el comercio local.
Una historia que se cocina a fuego lento

Su taquería no tiene toldo ni lona con diseño. Tampoco redes sociales. Lo que sí tiene es una historia que se cocina a fuego lento. La de un hombre que se rehúsa a rendirse.
“No, no tengo esposa”, cuenta. “Sí tengo hijos, cuatro, pero no vivo para ellos, yo vivo aparte”. No hay tristeza en sus palabras, sólo claridad.
Es un hombre independiente, acostumbrado a salir adelante por su cuenta. “Sí me gusta lo que hago… bueno, me encanta”, dice mientras sirve otro taco con la misma dedicación que si estuviera cocinando para un familiar.
La gente que quiera contratarlo o pedirle tacos para algún evento, puede contactarlo al 667-667-3077 o simplemente acercarse cuando lo vean en alguna banqueta de Culiacán. También puede preguntar por él en la bolería de la Plazuela Obregón, frente al MIA, donde a veces se instala con su amigo Armando.
Don Andrés no tiene un local fijo, pero tampoco lo necesita. Su sazón y su actitud hacen el resto. Es de esos hombres que se hacen a sí mismos, que no le tienen miedo a empezar de nuevo, que se arman su propia parrilla y su propio destino.