Deja de Celebrar “Estar Ocupado”
Estar siempre ocupado no es símbolo de éxito, es señal de desorden. No confundas actividad con avance. Pensar también es trabajar.
Desde que empecé a chambear, todos estos años me la pasé presumiendo que trabajaba mucho y que todo el día me la pasaba “ocupado”.
Y lo decía como si fuera un símbolo de “status”. Inconscientemente, me sentía importante, como si estar “hasta el tronco” fuera sinónimo de éxito.
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Y hoy en día, esto se ha convertido en nuestra cultura. Una especie de religión moderna donde estar hasta el cuello de pendientes es sinónimo de éxito, compromiso y productividad.
Esta cultura aplaude al que responde mensajes a las once de la noche, y cuestionamos al que se toma una hora para comer tranquilo. 
Qué error tan grave y común es confundir el movimiento con progreso.
Dejemos de celebrar estar ocupados.
Un CEO sin tiempo para pensar, no es un verdadero CEO. Muchos empresarios, emprendedores y ejecutivos son adictos a “estar ocupado”. Les cuesta delegar, porque sienten que nadie más lo va a hacer igual. Les cuesta soltar, porque creen que su presencia constante es sinónimo de liderazgo. Pero no lo es.
Un emprendedor que vive apagando fuegos, está condenado a ser autoempleado. Corre todo el día, pero no avanza. Hace todo, pero no construye nada. Siente que trabaja para su negocio, cuando en realidad… el negocio lo tiene atrapado.
Un líder que no se detiene, jamás podrá ver el camino con claridad. Porque ver con claridad requiere pausa. Y la pausa no es pérdida de tiempo. Es ganancia de visión.
Hoy más que nunca, necesitamos líderes que le dediquen tiempo a pensar. No solo que hagan. Porque pensar también es trabajar. Y en muchos casos, es lo más importante que puedes hacer por tu empresa. El reto está en aprender a pensar y pensar con otros. Un equipo que no tiene tiempo para respirar, tampoco tiene tiempo para innovar.
Es mucho más importante vivir una vida tranquila, productiva claro, pero con equilibrio y en paz.
No es un logro tener la agenda llena.
Dejemos de celebrar estar ocupados.
Celebremos la claridad.
Celebremos la agenda con intención.
Celebremos a quien sabe pensar, decidir, y actuar… sin necesidad de estar ahogado todo el tiempo.
Porque estar ocupado es fácil. Lo difícil es ser estratégico.
Y en el mundo empresarial, no gana el que más corre. Gana el que más claro ve.
