El mural de Alex Castañeda que revive la memoria en el Mercado de Tierra Blanca
La obra del artista Alejandro Castañeda evoca la memoria colectiva de una comunidad que alguna vez encontró allí su centro de reunión, comercio y convivencia


En el corazón de la colonia Tierra Blanca, un espacio con historia ha vuelto a latir con fuerza gracias al color y la sensibilidad del arte.
El icónico Mercado de Tierra Blanca, inaugurado en 1968 y durante décadas centro de la vida comercial de la zona, ha sido revitalizado con un mural lleno de simbolismo y raíces creado por el artista sinaloense Alejandro Castañeda.

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Flores de mayo, hojas y unos tradicionales huaraches de cuatro puntadas, muy al estilo sinaloense, se entrelazan en la obra de Castañeda.
Una obra a favor de la paz
Aunque Alex Castañeda es conocido principalmente por sus esculturas, intervenciones con materiales reciclados e investigaciones de campo, decidió sumarse a la iniciativa “Vamos Pintando”, un programa que promueve la paz mediante la intervención del espacio público.
El mural no solo embellece el mercado, sino que evoca la memoria colectiva de una comunidad que alguna vez encontró allí su centro de reunión, comercio y convivencia.
Castañeda compartió en sus redes sociales una emotiva reflexión: “Las flores de mayo, tercas, florecen sin fecha, y las historias se mecen lentas, como si el tiempo aún supiera quedarse”.
Esta obra es más que una pieza estética: es un acto de reencuentro con el pasado, una invitación a que el presente florezca desde la memoria, y un gesto de amor hacia un barrio que, como muchos en la ciudad, lucha por conservar su identidad frente al paso del tiempo.

Producto de la colaboración
El mural fue posible gracias a la colaboración de diversas manos, entre ellas la artista @mariaherself, así como el acompañamiento del colectivo Vamos Pintando por la Paz y su promotora Sofía Castillo, y así lo reconoció Castañeda en sus redes sociales.
El proceso también fue documentado en video, permitiendo a vecinos y curiosos seguir el renacer del mercado desde sus muros.
Hoy, entre colores vivos y formas familiares, el Mercado de Tierra Blanca recupera su alma, y vuelve a ser, desde el arte, un punto de encuentro para quienes aún creen que el espacio público también puede sanar, contar historias y sembrar esperanza.